Reflexiones para acompañar la autonomía desde el respeto (Inspiradas en el enfoque de Magda Gerber)

 La autonomía no se enseña, se permite. Acompañar a un niño pequeño en sus primeros pasos hacia la independencia no significa enseñarle a hacer las cosas solo, sino crear las condiciones para que descubra que puede.

Desde la filosofía de Magda Gerber, que propone una crianza basada en la confianza, la observación y el respeto por el ritmo individual, estas preguntas pueden ayudar a las familias a reflexionar sobre cómo están acompañando a sus hijos en la construcción de su autonomía:

  • ¿Confío realmente en las capacidades de mi hijo o tiendo a intervenir antes de tiempo?

  • ¿Estoy ofreciendo oportunidades reales para que explore y decida, o le anticipo todo para evitar frustraciones?

  • ¿Qué siento cuando mi hijo quiere hacer algo “solo”? ¿Puedo sostener el proceso sin interrumpirlo?

  • ¿Le doy tiempo para resolver sus pequeños retos diarios sin prisas ni ayudas innecesarias?

  • ¿Cuántas veces al día le digo “espera”, “no puedes” o “hazlo así”? ¿Qué efecto puede tener esto en su seguridad interna?

  • ¿Cuánto de su día está planificado por adultos y cuánto espacio tiene para el juego libre?

  • ¿Estoy siendo coherente entre lo que deseo (que sea autónomo) y lo que hago (resuelvo por él)?

  • ¿Qué ideas sobre la infancia y el aprendizaje traigo de mi propia historia y cómo influyen en mi manera de educar?

  • ¿Me doy permiso para observar sin dirigir? ¿Para estar presente sin ser protagonista?

  • ¿Qué tipo de adulto imagino para mi hijo… y qué experiencias estoy ofreciendo hoy para que llegue a serlo?

Estas preguntas no buscan respuestas rápidas. Buscan abrir espacio para la pausa, el asombro y el reajuste. Porque a veces, la mejor manera de enseñar es confiar. Y la mejor manera de acompañar… es esperar.

No hay recetas, no hay recursos ni gestiones ni palabras de moda que ahora es todo tecnocrático en educación...es vínculo. Reflexión.

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