ELINOR GOLDSCHMIED: LA CANASTA DE LOS TESOROS
En este artículo pretendo dar a conocer
la aportación de la pedagoga inglesa Elinor Goldschmied a la primera etapa de
la educación y desarrollo infantil a través de una propuesta de juego y aprendizaje: la “Canasta de los
Tesoros”.
LA CANASTA DE LOS TESOROS (TREASURE BASKET)
Se trata de un juego que,
bien planificado y entendido, fomenta el aprendizaje a través del
descubrimiento que hace el niño y en el que alcanza, por sí mismo, nuevos
conocimientos. En este sentido el “estilo” de Elinor conecta perfectamente con
el de Emmi Pikler, a quien dediqué el primer artículo de este blog; ambas
mujeres defienden la importancia del respeto hacia el momento madurativo y
evolutivo del niño en el que el adulto sólo es un observador, una presencia que
no injiere en la acción del niño: es
éste quien actúa desde su íntima voluntad y construye libremente su
aprendizaje.
PRINCIPIOS DEL JUEGO
El juego se propone para bebés de 6 a
12 meses antes de que empiecen a gatear y cuando ya pueden permanecer sentados
estable y cómodamente pues en el momento que empiezan a movilizarse pierden la
concentración necesaria para que este juego se desarrolle en condiciones
óptimas. Se ha observado que la capacidad de concentración que desarrollan los
bebés en esta etapa concreta desaparece cuando, un poco más adelante, al año o
dos años, el niño se desplaza y el material de juego no retiene su atención más
que algunos minutos. No les interesan los puzles ni colocar piezas y suelen
tirar los objetos al suelo; ya quieren comenzar a explorar y descubrir por sí
mismos el funcionamiento de las cosas en el espacio al ser manipuladas.
Cuando el niño ve el cesto realizará
diversas acciones y permanecerá concentrado y muy interesado por los objetos:
los miran, los tocan, los agitan, sueltan, hacen sonar, los chupan,
seleccionan, descartan, insertan, hacen torres, rompen (normalmente para
estudiar el interior), imitan, agrupan…lo que hacen es descubrir las propiedades
de las cosas, las características sensoriales de los objetos como el peso, el
olor, el tamaño y la forma, el movimiento…
Parece una propuesta sencilla de juego
y lo es pero como todos los juegos que se precien, tiene un tiempo de
organización, de preparación y unos objetivos concretos y muy respetuosos con el desarrollo del niño por
lo que en mi opinión, es un juego importantísimo, lleno de sensibilidad y
oportunidades de descubrimiento. Goldschmied parte sin duda de una sensibilidad
especial cuando lo prueba y propone y aunque ahora nos parece sencillo pienso
que guarda el secreto del quien comprende a los niños, de quien les ha observado
con verdadero interés y es capaz de captar su esencia. De alguien que cambia
las cosas, que aporta algo valioso a la comunidad educativa.
DESARROLLO Y MATERIALES:
Necesitamos una cesta de mimbre
consistente, plana para que no vuelque. En ella colocamos objetos que no son
juguetes y que tengan diferentes cualidades. Pueden ser:
Objetos naturales: Piedras
de más de 5 cm., tapones de corcho, conchas, piñas, esponjas, troncos…
Objetos de madera naturales.
Objetos de
madera elaborados: Cajas pequeñas, castañuelas, dados,
trompetas…
Objetos
metálicos: Cucharas de todos los tamaños,
silbato, anillas enlazadas, triángulo…
Objetos de
piel, tela, goma, fieltro: Bolsas de lavanda, cintas, trozos de
lana…
Objetos de
vidrio: Tarros de mermelada, frascos…
Objetos
comprados: Anillas de cortina (de madera),
pelotas de ping-pong, cadenas …
Se llena la
cesta con estos objetos, los tesoros, y se coloca al niño sentado o tumbado en
el suelo, sobre un suelo cálido, para presentarle la cesta. Se le invita a investigar y actuar sobre los objetos. Podeis observar las acciones que realice que serán muchas.
Una versión
extendida podría consistir en hacer cestas de “temas”: telas, madera, metal… y
colocar las diferentes cestas en el suelo para que el niño vaya de una a otra.
OBJETIVOS:
Propiciar el
juego libre y la experimentación del niño.
Observación por parte del adulto.
A continuación os presento a Elinor Goldschmied y espero que os guste este juego y tanto como a mí.
Vídeo: "En casa de Goldschmied"
Comentarios