PROYECTOS: PRESENTE PERFECTO, EXPERIENCIA INTERGENERACIONAL
El documental "Present Perfect" expone la poderosísima interacción entre niños y ancianos recogiendo una experiencia de una guardería integrada en una residencia de ancianos en EEUU.
Sobran las palabras. Esta idea tan potente debería ser exportada lo más posible a nuestro ideal de modelo educativo. Las enseñanzas que los niños adquieren ante estos contactos a través de la experiencia directa con otras personas tiene una calidad indudable y guarda además un intercambio muy valioso para la gente mayor dinamizando sus centros y acercándoles a los cambios culturales.
En mi opinión debería integrarse, en la medida de lo posible, en todas las escuelas formando parte del "currículum" y facilitando la integración de las residencias en la sociedad.
Debemos poner en valor a la vejez. Nuestra sociedad materialista se aleja de la posibilidad de aprender de los mayores, escuchar sus experiencias, parar y observar. Preservar entre todos los valores que se desprendan de esas enseñanzas y que benefician a toda la sociedad en conjunto es urgente.
He encontrado en la red un artículo de 2008 de la Revista de Educación Social que habla de estas relaciones intergeneracionales:
"El hecho de acercarse a la comunidad, adquirir nuevos roles, experimentar el sentido de la competencia y sentirse parte importante de la sociedad son los mejores beneficios para las personas mayores. La solidaridad, la ilusión, la estima, la gratitud y el sentido de la responsabilidad son valores que los alumnos de diferentes edades incorporan y experimentan durante su experiencia personal.
Los jóvenes toman conciencia de cómo son las personas mayores y qué quiere decir ser y hacerse mayor, aprenden a ver a las personas mayores con normalidad y descubren cualidades que quedan ocultas por la lejanía que supone para ellos esta realidad. Es más, jóvenes y niños son capaces de mostrar y hacer ver a las personas mayores fortalezas que ellos mismos obvian, y que casi sin darse cuenta incrementan la confianza de los ancianos en sus capacidades".
Por lo que he ido investigando existen en España algunas acciones en centros de terapia ocupacional, fiestas concretas o incluso alguna guardería que hace intercambios de vida entre niños y ancianos o visitas puntuales (sobre todo en navidad). Pero, de momento, no veo un verdadero programa enfocado a este cometido, probablemente debido a que no todas las escuelas tienen cerca una residencia.
¿No es momento de trabajar para ello?
Sobran las palabras. Esta idea tan potente debería ser exportada lo más posible a nuestro ideal de modelo educativo. Las enseñanzas que los niños adquieren ante estos contactos a través de la experiencia directa con otras personas tiene una calidad indudable y guarda además un intercambio muy valioso para la gente mayor dinamizando sus centros y acercándoles a los cambios culturales.
En mi opinión debería integrarse, en la medida de lo posible, en todas las escuelas formando parte del "currículum" y facilitando la integración de las residencias en la sociedad.
Debemos poner en valor a la vejez. Nuestra sociedad materialista se aleja de la posibilidad de aprender de los mayores, escuchar sus experiencias, parar y observar. Preservar entre todos los valores que se desprendan de esas enseñanzas y que benefician a toda la sociedad en conjunto es urgente.
He encontrado en la red un artículo de 2008 de la Revista de Educación Social que habla de estas relaciones intergeneracionales:
"El hecho de acercarse a la comunidad, adquirir nuevos roles, experimentar el sentido de la competencia y sentirse parte importante de la sociedad son los mejores beneficios para las personas mayores. La solidaridad, la ilusión, la estima, la gratitud y el sentido de la responsabilidad son valores que los alumnos de diferentes edades incorporan y experimentan durante su experiencia personal.
Los jóvenes toman conciencia de cómo son las personas mayores y qué quiere decir ser y hacerse mayor, aprenden a ver a las personas mayores con normalidad y descubren cualidades que quedan ocultas por la lejanía que supone para ellos esta realidad. Es más, jóvenes y niños son capaces de mostrar y hacer ver a las personas mayores fortalezas que ellos mismos obvian, y que casi sin darse cuenta incrementan la confianza de los ancianos en sus capacidades".
Por lo que he ido investigando existen en España algunas acciones en centros de terapia ocupacional, fiestas concretas o incluso alguna guardería que hace intercambios de vida entre niños y ancianos o visitas puntuales (sobre todo en navidad). Pero, de momento, no veo un verdadero programa enfocado a este cometido, probablemente debido a que no todas las escuelas tienen cerca una residencia.
¿No es momento de trabajar para ello?
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