EN MI CLASE: EJERCICIOS DE ESPERA
Comienza un curso más y vuelve a revolotear la impaciencia en clase. Observo cómo algunos niños mientras hacen ,durante el proceso, ya están buscando la siguiente actividad, o pidiéndola o repiqueteando sus pies inquietos hacia otro lugar, dejando a medio hacer, abandonando, acostumbrados a una hiper estimulación, a lo rápido. Quizá como nosotros cuando abrimo y cerramos ventanas de internet o encontramos satisfacciones efímeras de usar y tirar... Pensando en cómo frenar y pararles un poco en esa inquietud hace unos cursos animé a los niños a hacer juntos "ejercicios de espera". Rápidamente el niño conecta con la espera y la hace suya, la necesita y entra fácilmente en su paz. Suelo usar éstos y funcionan desde los 3 años, pero como en todo, hace falta una constancia. Hacerlos todos los días. Si se persevera, sucede que son los niños los que los buscan o sugieren nuevas pruebas para detener el tiempo. Algunos de ellos son: RESPIRAR. ESPERAR. RESPIRAR. ESPERAR